Aquella tarde, solo aquella, ningún instante más, solo ese segundo.
Me gustaría retenerte en ese momento,
me gustaría haberte abrazado fuerte y no dejarte marchar nunca.
Me gustaría volver a vivir aquella tarde,
el final del día, en aquella playa.
Sentarme contigo en la arena suave,
mientras las olas lamen nuestros pies y nuestra orilla,
y tus palabras acariciaban mi alma.
Me gustaría volver a escuchar en un susurro tu voz,
diciendo cuánto me quieres.
Volver a sentir un beso tuyo,
repleto del amor que siembras esporadicamente,
despacio y con suavidad por mi cuerpo.
Me gustaría que mi pecho se volviera a hinchar
de tu dulzura, que se detuviera el tiempo
mientras embriagas mi vida de sueños.
Y así me gustaría detener para siempre nuestro reloj de arena,
enmarcar aquel momento, en nuestra playa,
y quedarme abrazada a tí y no dejarte marchar,
de nuestra playa, de nuestra orilla.
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