domingo, 30 de septiembre de 2012

Necesito hablar con alguien, y solo me quedas tu. Un folio en blanco donde volcar todo lo que deseo decir y que en palabras no me sale. A veces no encuentro como expresar todo lo que se me pasa por la cabeza. Tengo un miedo atroz a dejarme cambiar por ti, a perder mis convicciones y no recordar mis principios o mis valores. Tengo un miedo atroz a estar equivocándome, a no estar tomando las decisiones correctas. Y con todo esto lo más triste es que solo me queda escribir. Siempre ha sido curativo para mi escribir y en ocasiones ha sido necesario. Ojalá pudiéramos tomar varias decisiones a la vez, ojalá pudiera retroceder y avanzar a mi gusto por el tiempo, poder ver las consecuencias de mis decisiones y volver a tomarlas. Tal vez entonces nada sería como es ahora, tal vez no sería mejor, no lo sé. Estar rodeada y sentirme sola, muy sola. Estar acompañada y seguir sola, muy sola. Necesito salir y despejarme y en lugar de eso me quedo aquí, mirando a ningún sitio y dejando pasar el tiempo sin hacer absolutamente nada.

Puedes estar rodeada de gente y sentirte sola, completamente sola. Yo sé lo que es.

           Querido Nadie:
Hoy tengo la sensación de que el tiempo no pasa, sigo sin lograr olvidarte. No sé estar así, no tengo fuerza de voluntad para estar así. Tengo la sensación de que me hayan quitado las piernas, de que me hayan vendado los ojos, la sensación de que me falta algo.
No sé porque no soy capaz de llorar, por algún extraño motivo no me salen las lágrimas. A veces me asusto ante la idea de haberlas gastado todas ya. Tengo el terrible deseo de querer explotar y llorar, pero no puedo. No encuentro la forma de hacerlo. Me siento totalmente irascible, no tengo ganas de salir, ni de moverme, y mi cuarto me parece perfecto para pasar el resto del día. No soporto ni escribir. Y tengo la terrible sensación de no poder sacar todo esto de mi cabeza más nunca. Ojalá algo me indicara el camino correcto, pero no hay nada, ni una señal que me diga por donde debo de ir. Y si las hay debe ser que estoy empeñada en no verlas. La bola de mi estómago no para de crecer, y siento que me asfixia, no quiero sentir más su presión dentro de mí, y siento que si lloro se debería de ir, pero no puedo llorar. Sigo sin encontrar la manera. Siento que las cuatro paredes se me vienen encima, siento que quiero salir y siento que no puedo moverme, y por sentir siento todo esto a la vez y siento que quisiera no sentir nada. Pero ese deseo no se va a cumplir.

viernes, 28 de septiembre de 2012

11/5/2002

                     Querido Nadie:
           Me he sentado a escribirte aún sabiendo que hoy como ayer no voy a saber expresarme, aún sabiendo que ahora como siempre las palabras fluirán de mi corazón y pasarán al papel a través de mis manos, como si de manantiales de sentimientos mis dedos se trataran, pero no llegarán a ti de la forma en que las siento yo. Sé que por muy bien que sepa expresarme, sé que por muy bien que escriba y organice frases, no voy a ser capaz de explicarte lo que ahora siento.
           Hoy no te he podido ver, sin embargo, te he sentido cerca cuando he olido las rosas que me has mandado. Hoy mis ojos no te han podido observar con la intensidad que lo hacen siempre que te tengo a mi lado, hoy no he escuchado tu voz y mis oídos andan desesperados buscándola. Hoy te añoro, hoy como otros muchos días te echo tanto de menos que el tiempo ni siquiera corre en mi reloj personal. Ahora solo puedo recordar los momentos que he pasado a tu lado, ahora no puedo besarte y me tengo que conformar con recordar la primera vez que te besé, ahora solo puedo recordar el calor de tus brazos y sentirte lo más cerca posible, tan cerca como mi corazón y mi alma me lo permitan. Ahora me muero de celos porque estas con ellos y no conmigo, ahora me muero de envidia por las paredes de tu habitación que rozan el aire que tu respiras, ahora siento tantos celos de ellos como amor siento hacia a ti, tanta envidia como calor siento en tus brazos. Celos y envidia porque son ellos los que te pueden mirar ahora, celos porque te estará tocando alguien y ese alguien no soy yo, envidia porque ahora te podrán estar besando muchos labios y ninguno de ellos son los míos. Rebeldía porque no es justo que un día como hoy no puedo estar con la persona que me ha enseñado a querer.  No, no es justo. No puede ser justo, que un día como hoy lo único que pueda hacer, es sentarme en el suelo frío de mi habitación y pensar en ti.
           Moriría de amor si fuera por ti, porque nunca he sentido algo tan fuerte como lo que siento ahora. No sé si solo es amor o es algo más, quien puede elegir. Quien puede saber que es lo que siento por ti en este mismo momento, quien puede descifrar cada una de mis sensaciones. Mi amor por ti crecerá sin tener miedo a nada, porque vive dentro de mí. La gente notará que el amor es la fuerza que yo siga hacia delante.
           Como explicar esta historia tan complicada que habita en mi corazón. Cuando entraste en mi vida, hasta en la noche más oscura se asomo un rayo de luz, si tú no estuvieras ahora a mi lado mi corazón estaría apagado, porque mi corazón palpita por ti. Creía que todo esto lo tendría que hacer un príncipe azul, pero ya ves, lo ha hecho mi mejor amigo y la persona que más quiero en este mundo. Aunque te quisiera siempre pensé que un día llegaría un chico que me hiciera olvidarte y me hiciera sentir todo esto que te explico, pero no. Ahora no me imagino la vida sin ti, no me imagino sin tu presencia, sin tu mirada, sin tu voz, sin una gota de tu cariño.
           Has llenado mi corazón como nadie lo había hecho, como nadie ha hecho y como nadie hará. Cuando siento tus suaves manos sobre mis brazos, sobre mis manos, los escalofríos se convierten en mis dueños. Cuando abro los libros para estudiar tu rostro se apodera de ellos. Mi mente, mi cuerpo viaja a tu lado, pero yo sigo aquí, pensando en ti.
           Ya es por la tarde, me parece que fue hace años cuando corte el teléfono y dejé de oír tu voz, sin embargo, miro el reloj y solo han pasado tres lentas horas. Falta poco para que te conectes pero sé que el tiempo no pasará rápido, no si se trata de esperarte a ti...
           Me gustaría escribirte una carta preciosa, una carta en la que se encontraran todos mis sentimientos concentrados, todo mi amor... Pero una vez más el miedo no me deja. Siempre he tenido miedo a mostrarme tal y como soy. Me da tanto miedo quererte pero, sin embargo, no puedo olvidarte, no puedo dejar de pensar en ti. Mi mente, mi cuerpo y mi corazón están llenos de ti... No te puedes imaginar lo que siento por ti. No te puedes hacer una ligera idea del daño que tu me puedes hacer. Quizá por eso tengo miedo, porque estas muy dentro en mi, y cuando dejas que alguien se acerque tanto a ti, corres el riesgo de que te haga mucho daño, pero si se trata de ti, prefiero correr ese riesgo, prefiero probar aunque después salga mal... Ojalá siempre estés conmigo, pero si no es así y el tiempo me juega una mala pasada haciendo que me olvides, dímelo, dímelo en ese mismo momento, no esperes más, no esperes ni un solo instante, ante la más mínima duda de lo que sientes cuéntamelo, aunque me duela...
           Pero no se puede acabar una carta con un mal deseo. Te amo, demasiado. No soportaría tu lejanía. No quiero perderte nunca. Siempre he estado enamorada de ti pero ahora más que nunca tengo la seguridad de que nunca te voy olvidar, no puedo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Alguna vez me he preguntado, por saber, solo por saber...
Si todavía me quieres, si aún no me has olvidado.
Me he preguntado, solamente por no ignorar los hechos,
si todavía me llevas en el corazón, sino es a otra a la que llevas. 
Me he preguntado solo por no quedarme atrás, si todavía
soy yo la que ocupa un espacio de tu alma. 
Me he preguntado, solo por saber que aún me recuerdas, 
si piensas en mí constantemente.
Me he preguntado, solo por demostrarme a mí misma que aún te importo,
si te interesan mis viejas ilusiones, mis cansados sueños.
Me he preguntado, solo para no llorar más,
solo por saber si me queda un espacio en este mundo donde poder ir,
si aún hay en tu corazón un pequeño rincón para mí...
Querría mirarte y encontrar aquel chico, de verdad que querría hacerlo, recorrer tu laberinto y llegar sana a la meta, y sobre todo querría encontrarte, pero no estás... Has desaparecido. Me he parado a investigar tus pensamientos y allí no estás. Mil veces suena mi teléfono, siempre es tu voz, pero nunca eres tú. En medio de todos o de nadie, grítame Te Quiero. Levántate una mañana, resplandeciente de risa, y despiértame así. Asomarme a tu corazón y que me sorprendas con una frase de amor que me demuestre que no me has olvidado. 
Ver mil labios y querer los tuyos, ver mil manos y necesitar las tuyas...

Soledad. 
Saber que estoy rodeada de gente y pensar que me faltas,
Que me cubran de besos el cuerpo y no sentir nada. 
Que me colmen de atenciones y necesitar una caricia tuya,
oir mil palabras de amor y querer oír una tuya.
Que me llenen de alegrías y reclamar una sonrisa tuya.
Soledad, es saber que estas lejos, muy lejos,
y sentirte dentro, demasiado dentro. 


miércoles, 12 de septiembre de 2012

No me pidas que te olvide, porque para mí eres como la sal del mar,
inseparable del agua.
Transparente como el cristal tu amor se clavo en mi alma,
y no lo puedo sacar. 

Antaño reclamé libertad, ansiaba ser libre,
sin saber, que a veces, ser libre
es estar atada a las cadenas de la soledad.

Aprendí a amar e inevitablemente tuve que aprender a llorar...

3/9/2000



Imposible negar que te quiero, imposible ocultar lo que me quema, quererte también es imposible. Dime pues, que harás con mi corazón. Todo esto me lastima, me desespera, me agota la calma y vivo con esta alma difícil que se desangra. Imposible, me repito. Que tarde llegaste, que tarde entraste aquí. Tarde te cruzaste en mi camino y sembraste la esperanza. 

5/10/2000

Me encantaría asomarme al precipicio de tu pensamiento, contemplar tus ideas y todo lo que deseas, pero... ¿Como sería posible esto? Si cuanto más cerca te encuentras, más lejos te siento. 

Aquella tarde, solo aquella, ningún instante más, solo ese segundo. 
Me gustaría retenerte en ese momento,
 me gustaría haberte abrazado fuerte y no dejarte marchar nunca. 
Me gustaría volver a vivir aquella tarde,
el final del día, en aquella playa. 
Sentarme contigo en la arena suave, 
mientras las olas lamen nuestros pies y nuestra orilla,
y tus palabras acariciaban mi alma.
Me gustaría volver a escuchar en un susurro tu voz,
diciendo cuánto me quieres.
Volver a sentir un beso tuyo, 
repleto del amor que siembras esporadicamente,
despacio y con suavidad por mi cuerpo. 
Me gustaría que mi pecho se volviera a hinchar
de tu dulzura, que se detuviera el tiempo
mientras embriagas mi vida de sueños.
Y así me gustaría detener para siempre nuestro reloj de arena,
enmarcar aquel momento, en nuestra playa,
y quedarme abrazada a tí y no dejarte marchar,
de nuestra playa, de nuestra orilla. 


Alguna vez he intentado no morir en el horizonte de mis dudas,
alguna vez he intentado sobrevivir a tu lejanía en mis noches,
alguna vez he intentado no enmudecer cuando mi alma se queda en silencio. 
También alguna vez el sol intento sobrevivir al ocaso del día,
a la llegada de la Luna...
Alguna vez he intentado echarte al olvido,
otras he intentado no pensar en ti, reponerme a los recuerdos...
Alguna vez intenté retener suspiros, de amor..., de esperanza...,
Una vez intenté no dejarlo todo, dejar de amarte.
También el niño intenta que el juguete le sonría,
nunca lo consigue, pero siempre lo intenta. 
Alguna vez he intentado no llorar después de verte silencioso, 
otras he querido no mirar cuando me miras a los ojos.
Una vez quise llegar a tu corazón,
y me vi cerca, muy cerca.
También la Luna intento acercarse al Sol,
y estuvo cerca, muy cerca..., y como yo se quemó. 

Tu no lo sabes...



Tu no lo sabes, pero esta noche, la última
volvi a pensar en ti a mi lado.
Junto al fuego azul y rojo, de la noche nada queda. 
Solo tu aroma en este rincón silencioso
que me lanza promesas y me desgarra el alma. 
Tengo dos copas y el vino que nos gusta, 
quisiera respirarte y que vengas con el viento o con el tiempo.
También están conmigo aquellos tus recuerdos:
Un beso..., la palabra..., el secreto... y nada más. 
En la cuarta pared esta colgada la ilusión
y al fondo, discreto, un silencioso olvido. 
No quiero estar solo y, sin embargo,
no llega la luz de las estrellas por la ventana inquieta,
será que no asoma tu sonrisa.
Esta noche huelo a ti, y donde estés abrázame fuerte,
con tanta pasión como yo te abrazo ahora.
Y es que no sabía la importancia de tu nombre
hasta que deje de pronunciarlo,
ni sabía como lloran los que aman,
hasta esta noche, en que me hace falta. 
Ni sabía que esta noche sin ti tendría frío en el cuerpo,
las manos, el alma. 
Algo, alguien, en algún momento te dirá
cuanto te estuve extrañando.