lunes, 16 de septiembre de 2013

Miedo

Se puede temer lo que no se conoce. No sé si esto es seguro, no puedo confirmar que vaya a salir bien. Pero estos tres días he sido feliz. Me he sentido relajada, tranquila y segura. por unas horas ha vuelto ha ser todo como siempre. Aún así siento un miedo atroz aferrado a la boca de mi estómago. Los nervios y el dolor que he vivido estas últimas tres semanas me pasan factura. A veces me cuesta ser la misma y mostrar mis sentimientos, el miedo al rechazo se me planta delante más de una vez al día. A veces me cuesta dejarlo de lado y sonreir. Pero aún así, ha sido un fin de semana hermoso. Me recupero despacio, pero me recupero.

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Por qué haces esto? ¿Qué tipo de juego es? Acabaré perdiendo la cabeza...

¿De qué me sirve la esperanza? Si es lo último que muere, y sin ti ya la he perdido.


Para que tu al volver no encuentres nada extraño...


Qué solo se despiertan cuando tu las tocas...


No ser lo suficientemente buena. No ser mejor para tí, no poder ser más. No estar a la altura.
Me siento asustada, desalada casi. No soporto no ser tu amor, no soporto que dudes de tus sentimientos. La situación me supera la mayoría de las veces, ¿cómo seguir?. No puedo más, en algún momento será más grande mi deseo de olvidar, de cerrar los ojos y dormir para siempre, que de que vuelvas...
Se llama Amor, pero podría llamarse de cualquier manera. Se llama Amor, pero a veces me pregunto sino tendrá otro nombre.
Y así, tal cual, te vas mi vida. Dejando todo del revés y alterando cualquier sentimiento cercano a la paz que tuviera. Me percato de que en realidad no tengo nada de lo que creía que tenía, y que cualquier cosa que pareciera haber sido mía no lo es. Me siento confundida, abandonada. Y cualquier muestra de cariño alienta mi corazón, ya sea el más tonto de los buenos días. Recojo las migas de amor como si fuera mi última comida. Como la niña insegura de mi infancia, me deshago al menor indicio de rechazo y nada, nada consigue calmarme. No importa a que extremo lleve mi cuerpo, no sé pasa el dolor de mi alma. Me empeño en dañarme y en castigarme, sintiéndome culpable de algo donde no figuro absolutamente nada. Se instalo un vacío en mí el día que decidiste despedirme, no se llena amor, amor no se llena.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Donde cabe la duda no cabe el amor...
Quien por desgracia ama, no puede dejar de hacerlo un solo momento...

Caminar entre cocodrilos

En ocasiones la vida te hará flaquear cariño. Muchas veces sentirás que nada a tu alrededor merece la pena, ni tan siquiera tu misma. Más de dos y tres días te sentirás sola, traicionada, abandonada. No podrás contar las veces que has llorado ni podrás saber el tiempo que hace que no sonríes de verdad. Alguna vez el suelo que pisas desaparecerá y sentirás que nada te sostiene. En algún momento no tendrás fuerzas, te faltarán ganas y no encontrarás ninguna ilusión a la que aferrarte. Cuando llegue ese momento siéntate, llora muchísimo, patalea y golpea cosas, yo lo he hecho cuando me he sentido así.  Cuando lleguen los días de soledad, los de traición e incluso cuando lleguen los de abandono cariño, respira y cálmate, enumera despacio tus virtudes y hazte consciente de que son tuyas, este quien este a tu lado, sean conscientes o no los demás, y acabarás encontrando a quien las vea y las quiera a su lado. Cuando nada merezca la pena cierra la puerta y abre las ventanas, entrará aire puro y vida nueva. Cuando las lágrimas ya te quemen los ojos y las sonrisas no lleguen, no importa piensa que todo acabará pasando, y que tarde o temprano las cosas acaban doliendo un poco menos y las acabamos superando. Si el suelo que pisas desaparece y tus esquemas caen, coge el lápiz y el papel, hazte esquemas nuevos. Coge fuerzas, aire y ganas y haz un suelo nuevo. Cuando las fuerzas, las ganas y la ilusión desaparezcan coge tus cosas y vete a conocer lugares, a conocer gente, rompe la rutina y hazte con el control.
Un abrazo enorme te manda... La que por desgracia aún te quiere.