viernes, 28 de septiembre de 2012

11/5/2002

                     Querido Nadie:
           Me he sentado a escribirte aún sabiendo que hoy como ayer no voy a saber expresarme, aún sabiendo que ahora como siempre las palabras fluirán de mi corazón y pasarán al papel a través de mis manos, como si de manantiales de sentimientos mis dedos se trataran, pero no llegarán a ti de la forma en que las siento yo. Sé que por muy bien que sepa expresarme, sé que por muy bien que escriba y organice frases, no voy a ser capaz de explicarte lo que ahora siento.
           Hoy no te he podido ver, sin embargo, te he sentido cerca cuando he olido las rosas que me has mandado. Hoy mis ojos no te han podido observar con la intensidad que lo hacen siempre que te tengo a mi lado, hoy no he escuchado tu voz y mis oídos andan desesperados buscándola. Hoy te añoro, hoy como otros muchos días te echo tanto de menos que el tiempo ni siquiera corre en mi reloj personal. Ahora solo puedo recordar los momentos que he pasado a tu lado, ahora no puedo besarte y me tengo que conformar con recordar la primera vez que te besé, ahora solo puedo recordar el calor de tus brazos y sentirte lo más cerca posible, tan cerca como mi corazón y mi alma me lo permitan. Ahora me muero de celos porque estas con ellos y no conmigo, ahora me muero de envidia por las paredes de tu habitación que rozan el aire que tu respiras, ahora siento tantos celos de ellos como amor siento hacia a ti, tanta envidia como calor siento en tus brazos. Celos y envidia porque son ellos los que te pueden mirar ahora, celos porque te estará tocando alguien y ese alguien no soy yo, envidia porque ahora te podrán estar besando muchos labios y ninguno de ellos son los míos. Rebeldía porque no es justo que un día como hoy no puedo estar con la persona que me ha enseñado a querer.  No, no es justo. No puede ser justo, que un día como hoy lo único que pueda hacer, es sentarme en el suelo frío de mi habitación y pensar en ti.
           Moriría de amor si fuera por ti, porque nunca he sentido algo tan fuerte como lo que siento ahora. No sé si solo es amor o es algo más, quien puede elegir. Quien puede saber que es lo que siento por ti en este mismo momento, quien puede descifrar cada una de mis sensaciones. Mi amor por ti crecerá sin tener miedo a nada, porque vive dentro de mí. La gente notará que el amor es la fuerza que yo siga hacia delante.
           Como explicar esta historia tan complicada que habita en mi corazón. Cuando entraste en mi vida, hasta en la noche más oscura se asomo un rayo de luz, si tú no estuvieras ahora a mi lado mi corazón estaría apagado, porque mi corazón palpita por ti. Creía que todo esto lo tendría que hacer un príncipe azul, pero ya ves, lo ha hecho mi mejor amigo y la persona que más quiero en este mundo. Aunque te quisiera siempre pensé que un día llegaría un chico que me hiciera olvidarte y me hiciera sentir todo esto que te explico, pero no. Ahora no me imagino la vida sin ti, no me imagino sin tu presencia, sin tu mirada, sin tu voz, sin una gota de tu cariño.
           Has llenado mi corazón como nadie lo había hecho, como nadie ha hecho y como nadie hará. Cuando siento tus suaves manos sobre mis brazos, sobre mis manos, los escalofríos se convierten en mis dueños. Cuando abro los libros para estudiar tu rostro se apodera de ellos. Mi mente, mi cuerpo viaja a tu lado, pero yo sigo aquí, pensando en ti.
           Ya es por la tarde, me parece que fue hace años cuando corte el teléfono y dejé de oír tu voz, sin embargo, miro el reloj y solo han pasado tres lentas horas. Falta poco para que te conectes pero sé que el tiempo no pasará rápido, no si se trata de esperarte a ti...
           Me gustaría escribirte una carta preciosa, una carta en la que se encontraran todos mis sentimientos concentrados, todo mi amor... Pero una vez más el miedo no me deja. Siempre he tenido miedo a mostrarme tal y como soy. Me da tanto miedo quererte pero, sin embargo, no puedo olvidarte, no puedo dejar de pensar en ti. Mi mente, mi cuerpo y mi corazón están llenos de ti... No te puedes imaginar lo que siento por ti. No te puedes hacer una ligera idea del daño que tu me puedes hacer. Quizá por eso tengo miedo, porque estas muy dentro en mi, y cuando dejas que alguien se acerque tanto a ti, corres el riesgo de que te haga mucho daño, pero si se trata de ti, prefiero correr ese riesgo, prefiero probar aunque después salga mal... Ojalá siempre estés conmigo, pero si no es así y el tiempo me juega una mala pasada haciendo que me olvides, dímelo, dímelo en ese mismo momento, no esperes más, no esperes ni un solo instante, ante la más mínima duda de lo que sientes cuéntamelo, aunque me duela...
           Pero no se puede acabar una carta con un mal deseo. Te amo, demasiado. No soportaría tu lejanía. No quiero perderte nunca. Siempre he estado enamorada de ti pero ahora más que nunca tengo la seguridad de que nunca te voy olvidar, no puedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario