lunes, 21 de octubre de 2013

Puede que uno sufra más por lo que cree que pasa, que por lo que pasa en realidad. Pero que es la realidad sino un cumulo de sensaciones y situaciones que nos rodean, como dejar la subjetividad a un lado y ser fieles a lo que vemos, no lo sé. Ha pasado tanto en estos dos meses, he vivido tanto y sufrido tanto, ya sea por lo que yo creo que pasa o por lo que pasa. He perdido tanto que me he quedado sin nada, y desde esa nada he tenido que empezar de cero. Busco el perdón dentro de mí para poder perdonar, busco similitudes y respuestas en situaciones que yo haya vivido antes para poder comprender lo que pasa ahora. Hay días en los que logro conciliar la paz, cada vez se va haciendo más llevadero todo y voy aceptando lo que me llega. Abrazando los momentos y disfrutando de cualquier instante que me regale la vida. He tenido que dejar de lado algunas metas y algunos sueños, sustituirlos por otros y readaptarme. La vida no va como uno la planea, simplemente va... Podemos vivirla como nos llega, podemos luchar para cambiarla, podemos modificarla, aceptarla, transformarla, disfrutarla, pero de ninguna de las maneras podemos dejarla pasar. Así que lo que he hecho es todo eso, he aceptado lo que me viene, he cambiado lo que considere que me hacía daño y disfruto de lo que voy reconstruyendo. Ojalá todo fuera un poco más fácil, pero no lo es. Nada es fácil... Pero pocas son las cosas que considero imposible, y ser feliz no es una de ella. Voy resurgiendo de lo que quedo de mí hace dos meses, voy curando poco a poco mis heridas, y trabajando despacio mi interior. Hay muchas cosas que aún no sé, muchas que me quedan por experimentar. La vida continúa,  no voy a dejar que lo haga sin mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario