viernes, 26 de octubre de 2012

Me levanto de la cama de forma inesperada, un pensamiento sondea peligrosamente mi cerebro. Me dirijo a la nevera, siento seca mi garganta así que necesito algo frío, cojo zumo y me sirvo un vaso, bebo de un solo sorbo. El pensamiento sigue abrazando mi cabeza, de pronto lo sé. No hay nada que no fuera capaz de hacer por él...

No hay comentarios:

Publicar un comentario